Declaración de intenciones

Mucho se ha ninguneado al videojuego. Yo estudié teoría de la literatura y literatura comparada. Y desde que empecé caí en cuenta de que todo lo que pueda tener el videojuego de literario se ninguneaba. Tal como ocurría con el cómic hasta hace muy poco, el videojuego se considera a priori como un objeto del que no se puede desenmarañar nada útil. Varias condiciones se han combinado para que esto ocurra —que es un medio relativamente nuevo, que la gran mayoría de videojuegos no poseen, en sí, algo propiamente literario, que no existe una cantidad sólida personas intentando penetrar en lo que pueda haber de artístico en el videojuego, que no hay un metalenguaje conciso para hablar del videojuego (menos aún en castellano), que no interesa a la academia porque el videojuego no puede ser, según se cree, un texto. Bueno, no es que yo vaya a cambiar todo eso, pero alguito se intentará.

A mí en particular me atrae la idea del metalenguaje del videojuego y de los géneros de videojuegos. Además, detecto que hay una serie de mecanismos inherentes al videojuego, propios y únicos del medio. Yo estas cuestiones quiero analizar, y lo haré con cierto rigor académico para ir abriendo paso entre este maravilloso mundo y lo académico.