Pongo esta definición y ahí la dejo por ser bastante general, lo que me conviene. Pero, a parte, hay cosas que yo quisiera agregarle, mas que harían que la definición ya no sea de arte, si no de qué es arte para mí. Pues yo creo en (mejor dicho, me gusta) un arte que idealiza la realidad. Un arte estético, un arte que respete los cánones de simetría y las proporciones —áuricas, terciarias, de plata, la que caiga—. También tiro hacia el arte que tiene una narrativa o un mensaje, pero eso es parte de ser de letras, supongo.
En ese sentido, y en todo sentido, de una vez, el juego Getting over it es una obra de arte pues logra revelarnos los límites de nuestra frustración ante ser atormentados por un lado, por una tarea imposible, y por otro, por la burla del creador del juego, que interviene cada vez que el jugador cae al mismo sitio en el que empezó a escalar. Obviamente no es el único juego artístico, es el primero que se me vino por la facilidad con la que descubre el velo entre nosotros y la frustración que está en nosotros mismos— pues la frustración no está en el éter, está en nosotros. Y esa hiper-representación de la realidad, pues la frustración es real, presentada en ese escenario tan metafórico de cosas que hay que superar en Getting over it me permite aseverar, sin lugar a dudas, de que ese, como muchos otros juegos, es una obra de arte.