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Shovel Knight es, creo ya, por donde tenía que haber empezado, y no debí hacerlo en el orden cronológicamente diegético, si no en el orden en que fueron creados. Esto es porque Shovel Knight comienza desde una dificultad muy baja. Se complica, eso sí, pero comparado con Specter of Torment, los movimientos del potentado de la palada son bastante básicos o menos ágiles. El diseño, los niveles, el arte y la música siguen siendo baluarte del género de la plataforma, y el único pero que se tiene que tener en cuenta antes de recomendar este juego es la la dificultad, que no es demasiado elevada pero tampoco es ningún paseo por el parque, y esta es la única advertencia que hay que dar a quien quiera meterse en este título.
Ameno, hermoso, y corto –a mí me tomó nueve horas y media hacerme con todas las partituras y acabarlo–, tiene la virtud de que cada personaje dice lo justo y, en lo que dicen, son siempre simpáticos. A veces –y yo entre ellos– muchos escribimos demasiado y decimos muy poco; pero la brevedad es donde luce el ingenio, y hasta en eso es este juego una obra maestra. Quizás sea virtud de lo corto que es que esté todo tan bien cuidado, y haya en la virtud de la brevedad la virtud de la brevedad total: quiero decir que como todo está reducido, la suma de las partes, también reducida, se beneficia de que se pueda pulir cada uno de los elementos que la conforman. En fin, se me acaban los elogios para este juego.
¡Ah! Me olvidaba mencionar que, aparentemente, también se puede jugar entre dos, de forma cooperativa. Supongo que ha de ser chévere, pero no lo hice.
Imagen de chikinrise vía https://www.deviantart.com/chikinrise/art/Shovel-for-the-win-463135822
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