Una ligera decepción.
Tras estudiarlo mucho –aunque evidentemente no lo suficiente– me decanté por ésta consola portátil de Retroid, a pesar que su nueva versión, la Retroid Pocket 3+ ya estaba en el mercado; la compré porque me pareció que era justo lo que necesitaba, y para qué pagar más. Tengo la versión de dos gigas de RAM, y la hay de tres. La nueva versión, la 3+, tiene un CPU más sofisticado, y, si pudiera, me hubiese comprado esta. El Pocket 3 en su versión de dos gigas está a $120, mientras que el 3+ cuesta treinta dólares más, y viene con cuatro gigas de RAM. Aprovecho y digo que tener más RAM es útil para quienes quieran usar la consola para juegos de la tienda de Google o para navegar con Firefox en paz y tranquilidad, pero que para la emulación no es tan importante este número.
Compré la Retroid Pocket 3 para emular mis juegos más viejos, desde el NES hasta el GameBoy Advance, pasando por el Nintendo 64. Hay quienes logran hacerla emular juegos de Dreamcast, pero yo aún no me atrevo. Como dije, esta consola es ideal para llegar con tranquilidad al GameBoy Advance si y sólo si uno no quiere usar ningún filtro: este fue mi acabose, y lo que ninguna de las reseñas con las que me quise informar antes de comprarla mencionó. Yo en el teléfono tengo el mismo Retroarch que puse en el Retroid– por si alguien no lo sabe, el Retroarch es un programa que contiene varios emuladores; en fin, que en el teléfono, que, claro, tiene un CPU mucho más poderoso que el del Retroid, puedo emular todas estas consolas que mencioné sin problemas y además puedo usar el filtro que a mí me gusta, el Sabr V3.0. Ahondemos un poco en los filtros, para los que no tienen muy claro:
Filtros hay muchos. Generalmente, hay dos escuelas: hay quienes buscan con los filtros que el juego luzca tal cual lucía originalmente, tomando en cuenta que las pantallas de antaño tenían su propia textura, sus líneas, sus deformaciones en las esquinas, y que las consolas portátiles tenían, además, sus propios colores, sus luces de fondo, en fin, una lista larga de propiedades inherentes a la pantalla que los artistas conocían y que usaban a su favor al momento de diseñar el juego y que no están en el archivo del juego, y que uno puede devolver a través de filtros. En fin, esa es una escuela, la otra, la mía, busca, en cambio, modernizar la imagen lo más posible, y hacer que una moderna y artificial curva emerja entre las angulosidades de los pixeles.
Para embellecer los pixeles hay que someterlos a un proceso matemático que cuesta un poco de CPU. Como dije, el filtro Sabr V3.0 no funciona con el CPU de la Retroid Pocket 3. Sí que hay filtros que hacen cosas parecidas, sí –yo estoy usando el ScaleHQ2X– pero no son igual de buenos, aunque no son nada malos. Habiendo aceptado esta limitación, ya estoy menos decepcionado con este aparato. Ya que estoy con los filtros, recomiendo además los XBR, particularmente los de tres o cuatro pasadas, para modernizar la imagen.
Antes de esta compra, consideraba que lo ultra idóneo, si uno fuera multimillonario, fuera tener una consola portátil con una pantalla más cuadrada, cual la del Retroid Pocket 2+, para los sistemas que botaban una imagen con una relación casi 1:1 u 8:7, que es más cuadrada. Sin embargo, lo que yo quería emular era por sobre todo la GameBoy Advance, que tiene una relación 3:2, lo que hace imperativo usar una pantalla más alargada para emularla bien. La Retroid Pocket 3 tiene una relación 2:1 en la que cabe cuatro veces una pantalla de GameBoy Advance, lo que la hace una candidata perfecta para emular en ella esta consola. Esta fue, entonces, mi única consideración, pero ahora que sé que para los filtros hay que tener más CPU, ahora tendré que aprender a amar a los pixeles y ahorrar para una mejor cuando esta se dañe.
Imagen de King Lulu Deer vía https://www.deviantart.com/king-lulu-deer/art/Custom-Box-Background-Night-Cruising-749094606.