No habrá fuerza en la galaxia que me haga comprar el nuevo Zelda

Pocas opiniones más controversiales hay en el mundo del videojuego esta, mas no me gustó para nada The Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017). Un juego vacío, soso, mudo, inconsecuente. ¿Te gusta tu arma? Pum, se te rompe. ¿Te gusta el mundo abierto? Pum, disfruta, pues, de este mundo vacío. ¿Te parece bacán escuchar el tema central del la leyenda de Zelda cada vez que te desplazas por Términa? Pues prepárate para no oír nunca la mítica canción. Les quedó bonito el juego de escalar, pues los gráficos del Wii U son respetables, si, como yo, uno respeta las 720 líneas que podía generar el Wii U y lo que los artistas de Nintendo EPD les sacaron.

Ahora ya mismo se viene The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, las lágrimas del reino de los que jugamos Link to the Past, Wind Waker, Ocarina of Time, Majora's Mask, Link's Awakening, y ahora tendremos más de aquello que ya venía mal, otro mundo vacío, otro Link inútil, otra vela en el altar de lo no-lineal, cuando todos los juegos anteriores funcionaron perfectamente con tener un orden, una secuencia: porque así es como se logra una historia. Lo que se sacrifica con un «mundo abierto» es justamente lo narrativo, porque nada puede tener consecuencias si está forzado a coexistir en un mismo momento; quiero decir que el impacto que puede tener Link es nulo si el juego no está diseñado para tener un orden, porque una consecuencia narrativa no tiene impacto alguno. No parece así que estemos liberando Hyrule, si no que somos un quidam transitándola.

Confío que este será el último con esta estética y esta tónica, y que ya en el siguiente se nos de un digno sucesor de los nobles antecesores de este Zelda.

Ya que estamos, aquí dejo esta mezcla de canciones de Zelda, donde claramente el resto de juegos opaca a a eso que Breath of the Wild pretende hacer pasar por música.


Imagen de kawacy vía https://www.deviantart.com/kawacy/art/Take-your-hat-and-shirts-off-502866564