No es la copia de Mega Man.
Bat Boy es un juego de plataforma y combate en dos dimensiones que se expresa a través de una estética y música en 8-bit pero en formato 16:9. Si bien se ha comparado a los viejos Mega Man o a los recientes Shovel Knight, es, si acaso, el hijo bien amado de ambos. La comparación con Mega Man se la podría traer por el lado de lo musical, creo yo, porque Bat Boy no dispara, y sin ese elemento no sé yo si la comparación es justa. Hay más mecánicas de Shovel Knight, creo yo, pues Bat Boy puede rebotar sobre las cabezas de sus enemigos cual Shovel Knight lo hacía con su pala.
Luego, es un juego corto, justo en su precio y contenido. A mí me duró ocho horas y conseguí todos los trofeos que se pueden conseguir en él. Esto lo digo porque al inicio estaba bastante preocupado por la dificultad del juego, que sí, al comienzo es muy difícil. Pero mientras uno avanza va encontrando más vida y desarrollando más poderes, y al final uno puede expresarse a gusto en los niveles y doblegarlos siendo mucho menos cauto que al inicio. Reitero, pues: creo que el punto álgido de la dificultado está entre el nivel dos o tres, y que desde ahí todo es cuesta abajo. Otras reseñas menos escrupulosas de huestes perjuciosas que quizás no han pasado de la mitad del juego decían que la dificultad del juego subía con cada nivel, y esto a mí me tenía muy preocupado, porque ya no estoy en la edad de ponerme a hacer perfectamente cada nivel para pasarlo. Y tanto así, que, cuando estaba yo bajo la impresión de que no podría derrotar al segundo jefe quise devolver el juego, porque claro, este era recién el inicio y el juego presuntamente se ponía más y más difícil: pero mentiras y más mentiras.
Una vez que uno consigue más poderes el juego es no sólo más fácil, sino que también se disfruta más. La narrativa, que suele ser lo que nos atañe, tiene ciertos problemas de traducción al inicio, pero luego esta es jocosa, ligera y sencilla. Tampoco necesita ser Crimen y castigo el juego; más bien lo que sí necesitan los juegos de esta índole es ser ligeros y graciosos, y Bat Boy acierta plenamente en su tono. Ya hacía falta un juego consciente de su tono, que no puede la tierra, la humanidad, y todo lo futuro y concebible estar siempre bajo una amenaza de exterminio absoluto– hay cabida, pues, para amenazas menores, y aquí están ellas, dando espacio a momentos ligeros, burlas y risas, que tanto mejor van con lo narrado. En fin, aquí lo dejo que luego la reseña me sale más larga que el juego. Cuesta $15 y vale la pena.