El Mega Man de los pobres.
Pena me da decir que si bien ese juego no es malo, no es tampoco bueno. Tiene nueve niveles pero sólo hace falta superar cinco para ganarlo. No es muy difícil; se puede elegir de entre tres héroes que son, creo, distintos entre ellos para jugarlo. Digo «creo» porque yo elegí a Beck (ese que se parece a Mega Man pero no lo es, guiño, guiño) y no lo he podido cambiar por otro porque parece que para cambiar de personaje hay que perder todas las vidas, y pasé el juego sin perderlas todas.
Los niveles son bastante fáciles y cortos. El ritmo en el que suceden las cosas es más lento que el de Mega Man, así que adaptarse supone un pequeño reto; quiero decir que si en Mega Man los enemigos disparan por tres segundos, ahora aquí disparan por cinco, y uno, que tiene ya en su reloj interno los tiempos de Mega Man, probablemente recibirá fuego por disparar al cuarto segundo y no esperar lo suficiente. El diseño de los niveles es variado y esmerado, la música superlativa. Muy fácil es en estos juegos exagerar con el diseño de cada nivel, de hacerlos muy extravagantes o exóticos, como ocurre en Mega Man 7 u 8, pero aquí ninguno chirría. Aprovecho y digo que las púas no son letales, y esto es parte de lo que hace que estos niveles sean tan fáciles.
La dificultad viene con los jefes de cada nivel, que fáciles no son. Hay que aprenderse bien sus movimientos y prenderle una vela a Tique, diosa de la buena fortuna. Aquí la decepción, que tras ganar nada se gana; no hay recompensa alguna –arma o mejora– a recibir por nuestros esfuerzos. No sé para qué hay puntos, pero los hay y de nada sirven.
Así con el juego hasta superarlo, cosa que no debe tomar más de dos horas. Cuesta $5 y no sé si los vale, honestamente. Hace poco hablábamos de Bat Boy, que cuesta más, pero también lo vale. Por esto, pues, con mucha lástima, no puedo recomendar Mighty Gunvolt.
Imagen de klyntoc vía https://www.deviantart.com/klyntoc/art/Mighty-No-9-Beck-Playing-NES-407281880