Estelar ejemplar de su género
No sé si en la década pasada haya habido un mejor sucesor de Super Metroid (1994) que Guacamelee (2013). Tiene Guacamelee todo lo bueno del género pero lo presenta a su manera: con su propia estética, sus propias formas de facilitarnos o complicarnos la existencia. Se siente que Gucamelee es un juego de este siglo, pues ofrece las cosas que son comunes en nuestra época– y más: ese modo para un segundo jugador inmediato está aplicado a la perfección, con facilidad para que otro jugador nos ayude sin tener que hacer mucha cosa.
A mí me duró seis horas y media, pero lo dejé prendido bastante tiempo sin jugarlo, así que calculo que en realidad lo habré jugado unas cinco y media. Si bien pensaba que estaba explorándolo todo, al final me di cuenta de que me faltó mucho por recorrer, lo que quiere decir que este juego se presta a volverlo a jugar una segunda vez. E instalarlo otra vez no será difícil, que el juego no pesa nada.
A mí me gustó mucho. Es muy parecido a Super Metroid, y el juego no trata de ocultar el parecido, sino que más bien celebra el parecido como quien celebra un homenaje. Me cuesta quejarme de este título; si he de decir algo negativo, diré que hay unas explosiones de colores cuando uno consigue alguna mejora que molestan bastante, y que podrían, supongo, matar a un epiléptico.
Para quien no lo sepa de qué son estos juegos, a los que llaman metroidvania, describiré cómo es este juego. El movimiento es en dos dimensiones, y si bien en este no hay que explorar mucho, porque uno siempre tiene claro adonde debe ir, llegar al sitio suele ser lo difícil, que a medida que el juego nos da herramientas para recorrer con más facilidad su mapa, también nos crea acertijos de navegación cada vez más complejos. En este título hay pelea cuerpo a cuerpo, y usa ésta también las habilidades que iremos ganando al explorar.
Imagen de MikelEA vía https://www.deviantart.com/mikeiea/art/Neon-Knight-of-the-Cyber-Aztecs-824349707