Cabe destacar que este juego no es muy fácil– sobretodo porque parece que muchos jugadores intentan jugarlo con sus parejas. Para poder navegar el mundo de It takes two exitosamente ambos jugadores deberán saber orientarse en tres dimensiones, cosa que a menudo olvidamos es difícil para los jugadores nóveles. Pero si esto no resulta complicado, no creo que haya, pues, mucha dificultad con el juego.
A mi esposa y a mí nos duró como quince horas, pero hay aún mini-juegos que queremos descubrir, y seguramente volveremos a jugarlo. Ya que toqué el tema, ahondo: por el mundo hay varios mini-juegos que, si uno los encuentra, puede ponerse a jugar. Son generalmente competitivos y muy divertidos. Uno puede elegirlos luego con facilidad, así como, si uno no los ha encontrado, uno puede ponerse a buscarlos yendo directamente al nivel donde estaría el mini-juego, por lo que ni encontrarlos ni volver a ellos es muy tedioso.
Con un 3060ti no tuvimos nunca problemas con los cuadros, lo que es bastante sorprendente si se toma en cuenta lo bonito que luce el juego y lo difícil que debe ser para la máquina tener que procesar dos imágenes. El juego es, además, bastante gracioso; trata de un divorcio, sí, y si bien está feo ponerse de lado de uno u otro padre de familia en una ruptura, mi mujer y yo concluimos que Cody era la víctima del juego, y que la separación le vendría bien, ya que su mujer es una pesada.
Imagen de SuperAlfredoUniverse vía https://www.deviantart.com/superalfredouniverse/art/Pikmin-X-it-takes-two-930148324