Este título tiene elementos de RPG, sí, pero en esencia es un juego de disparar en primera persona. Uno va consiguiendo puntos mientras juega, y esas mejoras las puede uno invertir; hacia el final del juego, se consigue más o menos completar el 50% de las habilidades disponibles, así que hay que tener claro qué se necesita. La pistola –la mítica Auto 9– también tiene sus propias mejoras, a través de chips que se pueden completar con llaves de paso, algo parecido a lo que se ve en Spider-Man (Insomniac, 2018); para triunfar a largo plazo en este mini-juego, recomiendo no juntar muchas de las llaves de paso, pues pueden ser útiles en chips que uno encuentre a futuro.
El mundo es lineal, pero objetivos secundarios en el mundo nos pueden la impresión de que no hay linealidad– sobre todo al inicio. Es importante saber que uno puede dejar objetivos sin cumplir si uno no los encuentra, y que no siempre es evidente que hay un objetivo secundario por cumplir.
Lo que es realmente digno de la infamia en este juego, y una verdadera pena, es que no hay un modo «nuevo juego+». Yo me quedé con las ganas de llenar mis habilidades y de encontrar todos los objetivos secundarios que se me pasaron en la primera vuelta al juego (que me duró dieciocho horas). Todas las ganas que tenía de volver a pasar el juego una vez más se me quitaron, y, por lo pronto, ni yo tengo ganas de jugarlo otra vez ni Teyon tiene, al parecer, ganas de hacer un modo «nuevo juego+». A parte de eso, el juego a mí me encantó; es de los mejores juegos del año, creo yo. Sí, no tiene las mejores animaciones y el efecto lluvia es tan feo que cuando lo vi asumí que tenía un problema en mi configuración, pero es un juego AA y está a un precio AA. Este es un juego que entiende la gracia de las películas, que las respeta, que toma de ellas, que hace guiños a varias escenas memorables... Es el juego de RoboCop que siempre nos hemos merecido. No puedo recomendarlo más.
Imagen de IVAN-Nes vía https://www.deviantart.com/ivan-nes/art/terminator-Robocop-KillHuman1-244530012